
El trabajo de ruptura de las relaciones internacionales
de Donald Trump desde que se sentó de nuevo en la
en el Despacho Oval de la Casa Blanca no se ha librado de la
sector naviero. Después de amenazar con la reapropiación
de la Arteria Marítima del Canal de Panamá por los Estados
Estados Unidos y después de anunciar las tarifas portuarias específicas a
Para golpear los barcos que han sido construidos en los EE. UU.
en China o explotados por operadores chinos o por operadores que
ordenó la construcción de barcos a los astilleros chinos, la administración
enviaron una nota diplomática en la que
justificó la no participación de representantes de los Estados Unidos en la
Negociaciones con el Comité de Protección del Medio Marino (MEPC)
de la Organización Marítima Internacional (OMI), que actualmente
en curso en Londres y que son consideradas cruciales por todos los
organizaciones de la industria marítima para definir una
Estrategia de descarbonización del transporte marítimo.
En la nota se especifica la oposición de los Estados Unidos con respecto a la
cualquier intento de imponer medidas económicas contra su propia
buques que se basen en emisiones de gases de efecto invernadero o
en la elección del combustible naval utilizado. Impuesto sobre las emisiones
y los estándares de combustible, que son precisamente los dos pilares
de la estrategia de descarbonización del transporte marítimo objeto de debate
en la capital británica.
La nota insta a los gobiernos a reconsiderar sus
apoyo a estas medidas, amenazando con la adopción de medidas
recíprocamente en caso de que se adoptaran. Además, la nota
especifica que la administración estadounidense se opone a la
cualquier medida para financiar proyectos medioambientales o de otro tipo
que no estén relacionados con el sector marítimo.