La italiana Prysmian ha anunciado que ha completado con éxito
Ensayos de prueba en el mar para la instalación en aguas ultraprofundas de un
Cable submarino HVDC MI1 de 500 kV a una profundidad de 2.150
metros, el más alto logrado hasta el momento, estableciendo así nuevos
estándares del mercado. La empresa explicó que "este cable
con armadura no metálica ha sido diseñado con un
material compuesto de fibra sintética (HMSF - High Modulus
Fibras Sintéticas), definiendo una nueva generación de tecnologías en
cable. El uso de una armadura innovadora que puede ser de hasta
50% más ligero que el acero en el agua, junto con la embarcación
capa de cable Leonardo
da Vinci de última generación, permitirá
para instalar y mantener el cable para el proyecto de Terna
Enlace tirreno a una profundidad marina de más de 2.000
metros, el más alto jamás logrado con un cable de alimentación".
La misma tecnología "ligera" ya había sido
utilizado en 2019 para la interconexión Evia-Andros-Tinos a 550 m
de la profundidad del mar y en 2020 para el proyecto de
Interconexión submarina Creta-Peloponeso a gran profundidad
de 1.000 m.
El cable se utilizará como parte del proyecto
Tyrrhenian Link, un contrato valorado en 1.700 millones de euros
otorgado por Terna Spa en 2021. Prysmian participa en el proyecto
se ocupa del diseño, suministro e instalación de más de
1.500 kilómetros de cables submarinos en total para soportar la
intercambios energéticos entre Cerdeña, Sicilia y Campania,
el polo energético del Mediterráneo.