La Guardia di Finanza ha anunciado que la Comandancia Provincial de
Treviso, en el marco de la lucha contra el fraude fiscal y
la interposición ilegal de mano de obra, concluyó una serie de
actividades de control en el sector logístico descubriendo
contratos de servicios falsificados, por importe de siete millones de euros,
utilizado para disfrazar la subcontratación ilícita de trabajadores.
Doce empresarios han sido denunciados ante la Fiscalía local
República para la emisión y el uso de facturas para transacciones
jurídicamente inexistente, así como por el delito de
administración fraudulenta del trabajo. Además, ocho empresas
han sido denunciados por responsabilidad administrativa
delito, ya que los delitos fiscales eran
en su interés y en beneficio de la
Administradores. Por último, a nivel administrativo,
Se han impuesto multas por importe de 690.000 euros por infracciones relacionadas con la
violación de la legislación laboral.
La Guardia di Finanza ha precisado que las empresas implicadas
Hay 14 en el fraude, incluida una cooperativa activa de Treviso
principalmente en el sector logístico, con
unos 180 trabajadores y una facturación media anual de cuatro millones
y 13 empresas clientes, todas ubicadas en la provincia de
Treviso, excepto dos con oficinas en Bérgamo y Reggio Emilia.
Las investigaciones, llevadas a cabo por el Grupo Treviso, se han iniciado
tras una auditoría fiscal de la cooperativa
Treviso, que, en el mecanismo fraudulento sacado a la luz, había
la tarea de abastecer a los trabajadores. La Guardia di Finanza cuenta con
subrayado que lo que se ha sacado a la luz es un fenómeno
insidiosa y grave porque concierne al mundo del trabajo, a la
protecciones se eluden mediante el uso distorsionado de un
negocio jurídico, el contrato de servicios, celebrado con empresas que
sólo emplean formalmente a los trabajadores y llevan a cabo las tareas
las obligaciones tributarias y de seguridad social conexas: en realidad, la
Las relaciones entre clientes y contratistas son
estructurado con el único propósito de "interponer" entre los
trabajadores y las empresas que realmente emplean
su propia actividad laboral.
Al reconstruir la "cadena de suministro de mano de obra", se
Se observó que las relaciones laborales con los distintos clientes eran
desprovista de los elementos que caracterizan la licitud
del contrato, es decir, el riesgo empresarial y la organización de la
de medios y recursos. Primero, a partir de una serie de hojas
Protegido por contraseña y por correo electrónico
entre el contratista y los clientes, se puso de manifiesto
la ausencia de riesgo, dado que la contraprestación de los contratos
era proporcional exclusivamente al costo por hora de la
socios/trabajadores proporcionados por la cooperativa (con la adición de un
bajo margen de beneficio), sin ningún vínculo con
resultado. En segundo lugar, una
la falta de organización del trabajo y el ejercicio de la
poder de la cooperativa, de modo que el
trabajadores administrados eran heterodirigidos, es decir, sujetos a
gestión y control por parte de los clientes, sin dejar de ser
Contratista cooperativo solo tareas administrativas. En
en particular, los trabajadores, en la prestación de servicios,
estaban sujetos a las directivas e indicaciones proporcionadas por ellos
los clientes finales de la cooperativa, que decidían las tareas a realizar
la ejecución, los calendarios y los métodos de ejecución; En algunos casos,
Los trabajadores sellaron su asistencia a las instalaciones de los clientes.
Además, resultó que la cooperativa solo emitió la factura
después de recibir la confirmación de los clientes de que el cálculo es correcto
horas de trabajo de los empleados. De ahí que la inexistencia
facturas emitidas por la cooperativa, lo que da lugar a la
Recuperación del impuesto sobre el valor añadido indebidamente deducido
por parte de las empresas clientes.
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